domingo, 17 de agosto de 2008

La Basura es como el cáncer


La basura en las calles de una ciudad es como el cáncer. Un tumor maligno que prolifera en las entrañas de una persona, destruyendo órganos hasta apagar la vida, como el resultado de una producción desmedida de células cancerosas, superando la capacidad de destrucción de ellas, que posee el organismo. El cáncer nos acompaña desde que nacemos, pero será la vida la que gane, en la medida que exista equilibrio entre los factores agresores y los defensores del cuerpo.
Del mismo modo, la limpieza resultante de una comuna será inevitablemente la consecuencia de la ecuación entre cuanto se limpia y cuanto se ensucia. En virtud de ello, la suciedad de una calle pudiera ser expresión de una calidad insuficiente de aseo público, como también de una oferta elevada de basura, que supere la capacidad de recolección del sistema. Por lo tanto, una ciudad limpia requerirá de estos dos actores: sistema de aseo y recolección, y de los hábitos de quienes producen los residuos: todos nosotros.
El primero de los componentes sea talvez el más fácil de implementar. Solo bastará la cantidad suficiente de dinero para poseer un ejército de recolectores, detrás de cada paso de las personas.
El segundo, que indudablemente es el más eficiente (mejor resultado a menor costo), requiere de cambios conductuales en todos nosotros. La evidencia nos muestra que estos son cambios culturales de largo plazo, a veces generacionales.
Cuando la oferta de basura en las calles de la ciudad, supera a la capacidad de recolección; independiente sea por un mal servicio o una población irresponsable del manejo de la basura que produce; la ciudad pierde igual que el órgano devorado por el cáncer.
El marco legal vigente en Chile reconoce a las municipalidades funciones privativas y de su exclusiva responsabilidad. Así, en el artículo 3º de la Ley Orgánica de Municipalidades hace referencia específica al aseo y ornato de la comuna. Esta función, que no solo tiene implicancias estéticas; al mostrar la cara de la comuna, reflejando en ello la eficiencia de la gestión municipal y de la cultura de sus habitantes; sino también, tiene impactos sanitarios, que pueden impactar en la Salud Pública de la Ciudad.
Lamentablemente la provincia aún no logra liberarse del tumor que estropea la belleza del litoral. Las arenas, rubias ven deslustrada su hermosura cuando entre los dedos que se sumergen en su calidez, regresan enredados en despojos dejados por el veraneante insensible. Las aguas azules, evidencian en plásticos flotantes la indolencia irresponsable, de aquel que habiendo saciado la sed, no tiene miramientos con el océano que refrescó su acalorado cuerpo.
En este contexto, los municipios, como cumplimiento de la función que le encomienda la ley, deben también asumir un rol educador para cumplir con el objetivo. Desarrollar estrategias destinadas a disminuir la cantidad de residuos, capacitando en la separación de la basura en los domicilios; creando líneas de valorización de determinados residuos domiciliarios, reciclando y reutilizando; son todas metodologías efectivas y eficientes que nos ayudarán a ganarle al Cáncer de la basura.

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