domingo, 25 de mayo de 2008

Transparencia y Probidad hasta que duela


No se trata de ser autocomplaciente, pero es necesario poner las cosas en su lugar.
Hace algún tiempo la revista norteamericana de economía y negocios Fortune, comentaba los montos, bajos según su parecer, involucrados en el caso Coimas; versus la gran reacción del país. Le parecía que ello hablaba bien de Chile. Sobre reaccionar de ese modo, habla a favor de la intolerancia a la corrupción existente en el alma chilena.
Si analizamos los últimos casos de destitución de Alcaldes en la provincia, veremos que entregar prebendas a familiares o no respetar la institucionalidad del Concejo Municipal, son faltas que no comprometen el patrimonio institucional; sin embargo, para nadie en Chile existen dudas, que se trata de faltas innegables a la probidad. Lo mismo se produce frente a actos como usar vehículos institucionales en gestiones personales.
En el Chile de hoy los actos de corrupción y de faltas a la probidad en el sector público, existen al igual que al interior de una Iglesia, de un club deportivo o una empresa privada, sin embargo la madurez ciudadana y la institucionalidad, que nos hemos dado en los últimos años en el sector público, la desaprueban, la buscan, desean trasparentarlo y sancionarlo. Que existan más casos conocidos, no significa que hoy existan más actos reñidos con la ética, la probidad y el derecho. Eso significa que hoy se conocen.
Estas irregularidades, ya no permanecen ocultas por el terror o la corrupción institucionalizada, que hipócritamente aparentaba orden y probidad. Los casos del Melocotón, Banco Riggs, Endesa y otras empresas públicas vendidas indebidamente, entre gallos y media noche, son un duro reflejo de ese Chile que no queremos volver a vivir.
El chueco, el ladrón, el corrupto, lamentablemente nunca se acabarán, sin embargo, la diferencia se establece cuando esa desagradable realidad se enfrenta, se denuncia y se castiga.
Este Chile de hoy, no esconde la basura debajo de la alfombra, ni niega las realidades por muy duras que estas sean.
Transparencia y probidad hasta que duela.

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